Pero esta historia empezó mucho antes. Viene de cuando allá por el año ‘94 los trabajadores experimentamos el ajuste más drástico de nuestros salarios (Clave 104), no superado a día de hoy. Aquél esfuerzo épico ya buscaba redimensionar la compañía reduciendo costes, perdiendo capacidad adquisitiva, congelación salarial, renunciando a consolidaciones y asumiendo despidos vía ERE, sucesivamente a lo largo de estos últimos 25 años. La historia de la compañía nos lleva a vernos en un bucle similar, aparece una debacle que afrontar cada cierto tiempo. Además, como consecuencia de los errores de los gestores del momento, que impiden acometer el crecimiento tan ansiado para empresa y trabajadores, nuestros sacrificios apenas se traducen en progreso para la compañía.
Siempre habrá una justificación benevolente y nunca se depurarán responsabilidades. Lejos de ello, tengamos en cuenta que la cúpula de IAG se subió el sueldo fijo hasta el 56% tras aquella fusión. La masa salarial del actual equipo directivo ahora pesa más del 30% de lo que era entonces y al accionista se le augura una suculenta recompensa a su inversión. Estamos cansados de ver que haya premios para unos pocos, los de siempre…
Después de cada esfuerzo, toca curar heridas y resarcir daños. Pero aquí no, los trabajadores son los eternos olvidados en este barco. Silenciosamente y despacio avanza Iberia hacia nuevos horizontes. Ya es tiempo de recuperar tantos sacrificios sociales soportados y de que salden la deuda con los principales autores del empuje.
A la USO no nos pasa desapercibida la verdadera necesidad de elevar salarios. Sin salarios dignos no habrá recuperación ni motivación y mientras el IPC subiendo. Ofrecemos diferentes alternativas para ello, aumento salarial real, nuevos planes de pensiones o sistemas de empleo, retribución por acciones y la gratificación de jornada fraccionada a los Técnicos, entre otras, medidas ya inventadas que defenderemos en la próxima negociación del Convenio Colectivo para aliviar esta situación y conseguir el crecimiento merecido.