Como todos conoceréis hace unos días el sindicato USO destapó las irregularidades que se estaban dando en la atención a los clientes a la entrada de las instalaciones centrales de Iberia (NEO); algo que sorprendentemente debió pasar desapercibido al resto de los sindicatos.
USO no tardó no solo en contactar con la empresa sino en solicitar una reunión urgente del Comité de Salud y Prevención Laboral; reunión que aún está esperando a que se convoque.
Gracias a la insistencia de USO, sobre el incumplimiento de las medidas para evitar el contagio y todavía a la espera de que la reunión del Comité de Salud y Prevención Laboral, otros sindicatos han decidido mover pieza; y esa decisión contempla habilitar una sala con dos puestos, poner mamparas y atender en mejores condiciones a los clientes, a los que hasta ahora atendía de forma inadecuada en la puerta de entrada de las instalaciones.
La solución propuesta, no de este sindicato sino de otros, de atención en la Sala Buenos Aires, es del todo peregrina y no desde el punto de vista de seguridad y salud laboral sino como empresa.
Si hacemos un repaso histórico a las decisiones de la empresa entenderemos por qué hemos llegado a esta situación. En 2012 cerró la última de sus oficinas de atención al cliente en ciudad, muchos compañeros fueron a parar al aeropuerto, en el mejor de los casos. A esto, le añadimos, la reducción del personal de la subcontrata SITEL en el Call Center.
La empresa ha decidido que no se desatienda a las personas que vienen hasta aquí, no estamos hablando de dar una atención al público, si no de escucharles, tomar nota de su requerimiento y derivarlo a donde corresponda, pero si a partir de ahora es diferente y va a ser una atención al uso, habrá que facilitar medios, formación y hasta inclusive si fuese necesario un uniforme.
Es inaudito que después de todo esto y de las consiguientes llamadas de atención de la empresa a USO por alzar la voz cuando las cosas no se hacen como se tienen que hacer, ahora sean otros sindicatos los que alcen su voz para tomar por su cuenta y sin contar con una reunión del Comité de Centro, medidas tan peregrinas como las de la empresa. Tampoco es para sorprenderse porque habitualmente van tres pasos por detrás de USO y como finalmente deciden actuar sin el acuerdo de todos, nos encontramos con que el remedio termina siendo peor que la enfermedad.
Igualmente, desde USO se agradece que nuevamente sus llamadas de atención al menos causen efectos; incomprensible que éstas tengan que venir siempre desde el mismo sindicato mientras el resto decide tomar acción siempre tarde, mal y nunca.
Era evidente que la decisión tomada por parte de la empresa ante la ineficacia, entendemos puntual, del call center, era precipitada y aunque resolvía de alguna manera la situación, se podría llevar a cabo sin poner en riesgo a empleados y clientes.
Desde USO esperamos que la resolución de las medidas de riesgo no conlleve otros problemas que afecten en mayor medida a empleados y clientes como parece ser.